¡Salud, Pionero!

Soy Saadhak, exploradora de Vajra, y estos son mis informes para la sociedad de exploradores  Pathar-Varg. En esta ocasión, he tratado de explorar la isla Danäri, situada frente a la ciudad de Nuxvoh y propiedad de la casa Thekian. Lo he considerado relevante debido a que su acceso está celosamente guardado desde hace mucho.

He tomado una pequeña embarcación desde el este, lejos de las miradas indiscretas de la ciudad, y he navegado cubierta por una niebla mágica que impedía divisarme. Pero cuando llevaba medio camino, un gran golpe en el casco de la barca me ha lanzado al agua, desde donde he podido ver a la criatura causante.

Se trataba de una serpiente gargantuesca que se movía lentamente y parecía desconcertada. Yo iba preparada para respirar bajo el agua, así que permanecí inmóvil observándola y cuando empezó a alejarse la seguí. Un leviatán del que no había oído nada era, probablemente , más interesante que la isla, que no iba a moverse de sitio. Me pareció que la sierpe medía entre 5 y 10 pies de anchura, y sin duda más de 60 de largo. Había trozos de su piel que brillaban con un tono azulado similar al xión, el resto era blanca. No tenía ojos, pero sí las cuencas vacías.

Nadaba hacia el lecho. Repentinamente, pareció encontrar su rumbo y aceleró el ritmo. Yo la seguía tan rápido como podía, pero el agua estaba helada, empezaba a entumecerme, y debía mantener la concentración para seguir respirando e iluminandome. Al rato me pareció que se enterraba en el suelo. Me aproximé con cautela, sin verla. Decidí emerger para establecer mi ubicación, y volví a descender.

En la zona había un montículo, de unos 150 pies de diámetro, donde abundan enormes rocas y algunos corales. Tras dar algunas vueltas, divisé un túnel, casualmente camuflado cerca de la base, con un tamaño lo bastante grande como para que la criatura lo atravesara sin margen. Entré y lo seguí durante un par de minutos. La temperatura del agua empezó a ascender hasta llegar a ser cálida como en una terma. A la salida, me encontraba en una enorme bóveda submarina, de unas proporciones que no he podido acotar. No vi el fondo ni ningún límite hacia los lados. Tampoco había ninguna fuente de luz aparte de la que yo generaba.

Quise explorar la ubicación, que no he visto figurar en ningún documento sobre la región. Investigando, pude apreciar que el túnel que me había traído aquí, si bien parecía “natural”, dejaba entrever una arquitectura inteligente. No pude hacer más descubrimientos, desgraciadamente algo me impulsó a irme de inmediato. Tal vez fuera un presentimiento, pero sentí que estaba siendo observada. Tuve la certeza de ello. No podía ver nada a más de unos pocos pies, tenía dudas de mi capacidad de mantener los conjuros y consideré que retirarse con lo que tenía era lo más inteligente. Volví al túnel y luego al exterior. No me atreví a mirar atrás, pensando que estaba al alcance de algo y que no verlo era lo único que me mantenía viva. Ahora suena a un miedo infantil, espero paciente el informe de otros exploradores.

He dejado constancia de esta información en nuestro enlace local, y una copia preparada para Keizharanes. Mañana trataré de nuevo de investigar Danäri, aunque ahora me parece insignificante.

 

 

Saadhak Se-Gahara de Keizharanes,

Erudita Exploradora de Vajra